martes, 14 de junio de 2011

Hipertensión Arterial y Obesidad

La obesidad y la hipertensión arterial son, probablemente, las dos patologías más prevalentes en los países desarrollados. La hipertensión es al menos 2,5 veces más frecuente entre los individuos obesos y se calcula que el 60% de los hipertensos presentan obesidad.
Por otra parte, está demostrado que la pérdida de peso tiende a reducir las cifras tensionales, facilitándose también el control farmacológico de la hipertensión. Heyden et al, han calculado que eliminando la obesidad desaparecería la hipertensión en el 48% de los hipertensos de raza blanca y en el 28% de los de raza negra.
 
En este mismo sentido, la pérdida de peso reduce la actividad simpática y la actividad de renina plasmática con independencia de la ingesta de sodio. Numerosos estudios epidemiológicos han asociado la hipertensión con la obesidad androide de tipo central, que es la más relacionada con el síndrome de resistencia a la insulina o síndrome metabólico. Por ello, se piensa que existe una relación etiopatogénica entre obesidad central, resistencia a la insulina, hiperinsulinismo e hipertensión arterial.

Es sabido que el hiperinsulinismo compensador puede causar hipertensión al menos a través de tres mecanismos: aumento de la reabsorción renal de sodio, activación del sistema simpático y acción directa sobre la musculatura lisa arterial, donde existen receptores para la insulina, y la inducción de hipertrofia de la musculatura vascular lisa.

1 comentario:

  1. gracias por la informacion, la verdad como dices al principio de la pagina, necesitamos informarnos para tomar acciones ya. Por ejemplo yo, siempre digo que estoy sobrepeso pero hago poco o nada para bajar, gracias

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