miércoles, 15 de junio de 2011

Insuficiencia vascular periférica y Obesidad


La grasa acumulada en tejido celular subcutáneo y en la región inferior del cuerpo (clásico morfotipo ginoide de Vague), constituye uno de los factores predisponentes para la aparición de varices, aumentando el riesgo de trombosis venosa profunda.

CELULITIS Y OBESIDAD

Obesidad y celulitis son alteraciones diferentes. A pesar de que el tejido afectado en ambos procesos es el mismo (el tejido adiposo) hay diferencias etiopatogénicas, clínicas, evolutivas y terapéuticas que hacen que deban ser consideradas como dos entidades claramente diferenciadas.

La celulitis puede considerarse como un síndrome clínico en el que se compromete la estructura normal del tejido adiposo ya que cursa con modificaciones significativas del tejido conectivo dérmico y subcutáneo acompañadas de alteraciones vasculares e hipertrofia de las células adiposas.

Por el contrario, en la obesidad, lo único que se produce es un aumento del número o del tamaño de los adipocitos (sin que estos sufran ninguna alteración estructural) sin que se produzca ningún tipo de alteración bioquímica en ellos.

Contrariamente a lo que ocurre con la celulitis que presenta ondulaciones y depresiones y que tiende a concentrarse en localizaciones corporales específicas la persona obesa presenta un tejido uniformemente grueso y sin irregularidades de forma generalizada a todo el cuerpo.

Otra diferencia es el aspecto de la piel: áspera, de consistencia aumentada y con aspecto de cáscara de naranja al pinzarla entre los dedos en el caso de la celulitis, mientras que es suave, tensa y no presenta aspecto acolchado en la obesidad.

La palpación exploratoria de la masa obesa no resultará dolorosa, mientras que sí lo será, en algunos casos, la del tejido celulítico.

Finalmente, la celulitis tiene una prevalencia eminentemente ginoide, mientras que la obesidad presenta una tendencia epidemiológica mucho más paritaria.

Alteraciones articulares y Obesidad

Tanto las alteraciones agudas (artritis), como crónicas (artrosis) son mucho más frecuentes en el obeso; no hay que olvidar que nuestro cuerpo no está diseñado para soportar durante largos períodos de tiempo un peso inusualmente elevado.

Existe una clara relación entre el exceso de peso y la aparición y progresión de enfermedades degenerativas del hueso, fundamentalmente en rodillas, caderas y en menor magnitud en tobillos. La mayoría de las veces la indicación de cirugía protésica articular requiere previamente una adecuada pérdida ponderal para que ésta pueda ser realizada con las mínimas garantías de éxito a medio y largo plazo.

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